Este hecho no resulta ser intrínsecamente malo, puesto que, además, Pequeños Guerreros se ha convertido en una película de culto, que cuenta con muchísimos fans alrededor del mundo, entre los cuales me encuentro yo.
Esa cara que pones cuando te están explicando algo pero hace horas que te perdiste. |
Uno de los aciertos más grandes del estudio (al menos a mi entender) fue desvincular por completo el juego de la película.
Mientras la película de Pequeños Guerreros se trataba de juguetes que son equipados con una I.A. militar, toman conciencia de si mismos y causan una serie de disturbios en un típico barrio americano de chalets, el videojuego de Pequeños Guerreros para PlayStation toma lugar en Gorgon, el mundo de los gorgonitas. Los Comandos de Élite han invadido el mundo natal de los gorgonitas, y ahora Archer, líder del pueblo gorgonita, deberá hacer frente a las fuerzas de los comandos para liberar a su pueblo de la tiranía militar de los invasores y expulsarlos de su planeta.
Este hecho choca bastante con el argumento de la película, ya que en la película los gorgonitas son cobardes por naturaleza debido a la configuración del chip que les habían implantado. Aunque, sinceramente, este cambio gana muchísimo para el juego y el cambio de argumento es tremendamente atractivo. Todos sabemos que los juegos que se parecen a sus pelis no suelen ser muy buenos, la verdad.
El problema de esta historia, es que el juego de Pequeños Guerreros para PlayStation reúne todos los ingredientes para ser un "Must have", pero esas expectativas pronto se estrellaron a velocidad de crucero contra el suelo.
Dejad que me explique:
Pequeños Guerreros es un juego que mezcla perfectamente buenas dosis de acción con escenarios de plataformas y salpicado de muy buen grado con puzles ocasionales que nos mantendrán la mente despierta y alerta durante todo el juego.
El juego pone a nuestra disposición una buena variedad de armas y herramientas para poder luchar contra los miembros de los comandos de élite, además de la posibilidad de invocar a los compañeros de Archer que nos serán de una gran ayuda a la hora de derrotar a nuestros enemigos.
Pantalla principal del juego |
Los mapas son bastante elaborados, con muy buena ambientación y muy variados. Se nota que le han puesto empeño para que podamos sentirnos dentro del juego. Las texturas están bien diseñadas y totalmente integradas para el ambiente de cada nivel.
Otro de los puntos fuertes (muy fuertes, a decir verdad), es su banda sonora. Compuesta por el genio musical Michael Giacchino, responsable de las bandas sonoras de Star Trek: En la Oscuridad, Misión Imposible: Protocolo Fantasma, Star Wars VII: El despertar de la fuerza y galardonado con el Óscar a la mejor banda sonora. La música de Pequeños Guerreros es una de las mejores que he disfrutado nunca. Sus ritmos tribales y la fuerza que transmite, te mantiene motivado a continuar la lucha de los gorgonitas como si fuera la tuya propia.
Ahora es cuando el cohete pierde combustible...
A pesar de esta maravillosa lista de cualidades, Pequeños Guerreros posee una serie de fallos que me resultan insalvables, sin importar lo genial que pueda parecer en un principio.
Uno de los más grandes es el control del personaje. Es difícil, tosco y muy brusco a veces. Hasta los saltos más simples resultan complicados de ver o calcular, así que movimientos más complicados son casi impensables. Muchas veces, cuando giras para torcer una esquina, te ves volviendo por donde has venido porque te has pasado de giro, o incluso, en giros cerrados, puedes caerte al vacío debido al escaso ángulo de giro.
La cámara del juego tampoco ayuda nada. En lugar de disponer de una cámara libre que te siga de manera intuitiva, que puedas manejar a tu antojo como mejor te convenga, la camara se queda bloqueada en tu espalda en la misma posición. Esto causa a veces que, obstáculos que se interpongan entre la cámara y el personaje, te tapen la visión, dificultando e incluso imposibilitando ver dónde saltar o que hay más allá. Esto resulta muy frustrante demasiadas veces como para pasarlo por alto.
Por aquí no se va a Navalcarnero... |
A pesar de todos estos "handicaps", Pequeños Guerreros es uno de los juegos de mi colección que más cariño tengo. Para mí, sigue siendo un gran juego que disfrutar una y otra vez.